5 abril 2012 by Hollywood
Con esta presentación de imágenes sobran los comentarios sobre KOH PHANGAN. Han sido unos días inolvidables los vividos en esta isla del Golfo de Tailandia. En la playa de Haad Rin se celebraba la Full Moon Party donde calculan que hubo unas diez mil personas con muchas ganas de pasarlo bien.
Junto con Natalia, a quien conocimos en Chiang Rai, y Gema y Miguel, canarios
que viven en Dubai, nos sumergimos en una fiesta diferente a cualquier otra que
hayamos presenciado hasta ahora. Plagada de Fosfos
y Ciclos (tipos cachas a base de
esteroides), música a tope, cubos de cualquier tipo de mezcla, gente saltando
una cuerda de fuego, tirándose por un tobogán, barco taxis que llegaban y
salían esquivando a la gente en el agua…
No fuimos los únicos en quedarnos a ver el tradicional amanecer en la playa.
Los días siguientes nos recorrimos la isla de punta a punta por algunos caminos mejores que otros y pendientes de hasta el 20%. Una tarde nos colamos en la piscina de un resort a darnos un buen chapuzón. Lo que comenzó como una divertida anécdota lo convertimos en una tarea casi diaria. No resulta fácil decantarse por nuestro resort favorito con sus fabulosas piscinas.
A pesar de sus famosas fiestas, Ko Phangan respira paz y tranquilidad por los
cuatro costados y cuenta con unas puestas de sol de escándalo.
Al norte se encuentra la diminuta KOH TAO de 21 kms cuadrados, mi siguiente destino para realizar varios cursos de buceo.
Comencé el título de Advanced con una
inmersión nocturna inquietante pero a la vez fascinante. Las siguientes
incluyeron un descenso a 30 mts y navegación con brújula entre otras. Los
fondos de coral son abundantes y hay una gran variedad de peces tropicales. En
el curso de rescate casi tengo que ser rescatado cuando sin querer entré en
territorio de un pez ballesta (triggerfish). Vino varias veces a por mí, pero
por suerte no llegamos a las manos, solo a las aletas.
Me encontraba en el sur de la isla, en la zona de Chalok, y por las tardes solía ir a Shark Bay, donde lógicamente había tiburones. La mayoría no pasaban del medio metro, eran como los grandes pero en miniatura y muy elegantes nadando.
Tuve suerte de ver al hermano mayor de estos peques, uno de estos tiburones de punta negra cuyo tamaño infundía respeto, así como una tortuga gigante que pasó ante mí de forma majestuosa.
Conocí a Florencia, Agustín y Julia de Argentina con quienes repetí otra tarde con toda la fauna marina.
Por sorpresa, aparecieron Miriam y Fernan, nuestros amigos de Que Te Quiten Lo Viajao. Tuvieron una experiencia similar a la mía en Myanmar y abandonaron el país antes de lo previsto. Con calma pasamos los últimos días antes de volver a Bangkok y reencontrarme con el otro par de Vivis.
“Esta es la vida que me merezco”.
-- Agustín Martínez --
Con esta presentación de imágenes sobran los comentarios sobre KOH PHANGAN. Han sido unos días inolvidables los vividos en esta isla del Golfo de Tailandia. En la playa de Haad Rin se celebraba la Full Moon Party donde calculan que hubo unas diez mil personas con muchas ganas de pasarlo bien.
Fosfo |
Luna llena y un aura muy especial |
No fuimos los únicos en quedarnos a ver el tradicional amanecer en la playa.
Amanece sobre Haad Rin |
Los días siguientes nos recorrimos la isla de punta a punta por algunos caminos mejores que otros y pendientes de hasta el 20%. Una tarde nos colamos en la piscina de un resort a darnos un buen chapuzón. Lo que comenzó como una divertida anécdota lo convertimos en una tarea casi diaria. No resulta fácil decantarse por nuestro resort favorito con sus fabulosas piscinas.
Expertos en resorts |
La isla está cubierta de vegetación y rodeada de aguas cristalinas poco
profundas cuya temperatura supera los 30º. De todas las playas visitadas nos
quedamos con la tranquila Coconut Beach al norte de la isla y su fina y blanca arena.
Vistas desde el bungalow |
Al norte se encuentra la diminuta KOH TAO de 21 kms cuadrados, mi siguiente destino para realizar varios cursos de buceo.
Aquí se celebró el Songkram, año
nuevo budista, y nos encontramos en el 2555, el año del dragón. La tradición es
salir a la calle para tirarse agua con pistolas, mangueras, botellas, cubos… o
lo que es lo mismo, volver a ser niñ@ por un día. Junto con Dani de Ibiza,
Laura de Valladolid y Ale de Madrid, continuamos la fiesta por la zona de Sairee
Beach.
Me encontraba en el sur de la isla, en la zona de Chalok, y por las tardes solía ir a Shark Bay, donde lógicamente había tiburones. La mayoría no pasaban del medio metro, eran como los grandes pero en miniatura y muy elegantes nadando.
Tuve suerte de ver al hermano mayor de estos peques, uno de estos tiburones de punta negra cuyo tamaño infundía respeto, así como una tortuga gigante que pasó ante mí de forma majestuosa.
Conocí a Florencia, Agustín y Julia de Argentina con quienes repetí otra tarde con toda la fauna marina.
Por sorpresa, aparecieron Miriam y Fernan, nuestros amigos de Que Te Quiten Lo Viajao. Tuvieron una experiencia similar a la mía en Myanmar y abandonaron el país antes de lo previsto. Con calma pasamos los últimos días antes de volver a Bangkok y reencontrarme con el otro par de Vivis.
“Esta es la vida que me merezco”.
-- Agustín Martínez --