Niceexperience

Hospitales en Phuket

14 febrero 2013 (por Hollywood)

Nuestros días en Phuket transcurren de lo más normal con visitas asiduas al mercado del centro de la ciudad, y al Central Festival, donde encuentro The Elefant To Hollywood, segunda autobiografía del genial Michael Caine.
Hace años tuve la suerte de hacerme con un ejemplar de su primer libro Mi Vida y Yo (What’s it all about?), y quedé fascinado con sus historias curiosas contadas con mucho humor hasta 1992.
Esta segunda entrega que voy devorando poco a poco relata con la misma frescura sus últimos 18 años y dando auténticas lecciones sobre la vida.

Ahora nos toca hablar sobre un lugar del que preferiríamos no tener que escribir, y esperemos no tengáis la desgracia de visitar: el hospital. Una infección en la zona de la ingle me tuvo cuatro días ingresado en el Phuket International Hospital. Hay que reconocer que el centro cuenta con muy buenas instalaciones, tecnología avanzada, personal profesional y en cuanto a la comida… bueno, es comida de hospital.

Una vez recuperado y por si no hubiera tenido suficiente, otro día acompañamos a Rodrigo a una consulta médica al Bangkok Hospital. Lo cierto es que parecía más bien un centro comercial con puestos de venta de medicamentos, un centro de pediatría al estilo txiki park, e incluso un músico amenizando a l@s pacientes mientras esperaban sus recetas.
Tocando la melodía del famoso tema "No llores por mí, Argentina"
Aparte de las clases diarias a las que acude Carol, un fin de semana asistimos a un taller de Ashtanga Yoga impartido por Mark Robberds, un australiano muy conocido y respetado en esta disciplina. Además de profesor de yoga este fenómeno es músico, divemaster y surfer.


Carol, Rodrigo y Mark


Para la gente que no está familiarizada con esta antiquísima práctica originaria de la India, cada postura o asana tiene un nombre. Algunas pueden malinterpretarse, otras pueden aparentar difíciles de ejecutar, pero seguro que muchas de las siguientes imágenes producen dolor con tan sólo verlas.
Rodrigo ajustando a una alumna en Virabhadraasana A

Rodrigo en Eka Pada Sirsasana A

Carol en Bakasana
Grupo en Urdhva Mukha Svanasana

Grupo en Adho Mukha Svanasana

Carol armando Kurmasana

Alumna armando Suptakurmasana

En Pindasana. No te preocupes, esta mujer conserva su cabeza

“Muere lentamente quien se transforma en sus hábitos, quien no se arriesga, quien evita una pasión, quien no arriesga lo cierto por lo incierto, quien abandona antes de empezar, quien se queja de su mala suerte, quien no viaja, ni lee, quien no sueña ni persigue sueños, quien no confía, quien no lo intenta, quien no ama… Lo contrario es estar vivo.”

-- Martha Medeiros --

Visado de 60 días para Tailandia



6 febrero 2013 (por Hollywood)

Nuestros días en Phuket siguen entretenidos descubriendo nuevos lugares como el mercado local de marisco y artesanía en la zona de Rawai, en la punta más al sur de la isla.




Fabricando una jaula para pescar marisco

Mujeres de tertulia en Rawai


Tentador



A pesar de llevar mucho tiempo recorriendo estos países, siempre hay hueco para curiosidades que nos siguen llamando la atención como si se tratase de nuestro primer día.
Vendedor de... no tenemos claro "el qué"

¿Cuál de los 3271 cables tengo que cambiar?


En el centro de la isla hay un monumento dedicado a las heroínas Jan y Muk, dos hermanas que resistieron el asedio birmano en 1785, para después pasar al ataque vestidas como hombres y derrotar al enemigo.


Una tarde serpenteamos una de las carreteras de la costa hasta llegar a un mirador con unas buenas vistas de las playas de Kata y Karon.
Uno de los últimos desafíos a los que nos hemos enfrentado ha sido poner las manos al volante de un coche (el de Rodrigo) tras más de año y medio sin conducir. A simple vista parece sencillo, pero conducir por la izquierda, tener la palanca de cambios a la izquierda, el volante a la derecha y todo lo que ello conlleva, resulta más bien complicado. Cuesta tomar la medida con respecto a los coche aparcados a la izquierda y es frecuente activar el limpia parabrisas cuando lo que queremos es poner el intermitente. Por lo demás, todo genial...


Compaginamos este turismo con visitas a lugares habituales como el night market, el centro comercial y el mercado local de Phuket Town.


Sushi y kebab para cenar en el night market


Tan feliz comprando en el mercado de Phuket Town

¿Dónde dejé mi moto?

Un día vamos al aeropuerto en la zona norte de la isla para saludar brevemente a Sandra y Pablo, pareja chilena amiga de Carol, que ha pasado un mes largo de luna de miel por el sudeste asiático.

Sin darnos cuenta casi hemos cumplido un mes en Tailandia, lo que quiere decir que se me termina el visado gratuíto de treinta días recibido al entrar al país por aire. Recordamos que al entrar por tierra tan solo conceden quince días. En cambio para Carol, por ser de Chile, en ambos casos cuenta con tres meses gratis.
Como nos sentimos a gusto y nos tratan muy bien por aquí, hemos decidido quedarnos una temporada más. Por ese motivo debo salir del país y obtener un visado de mayor duración. En Patong, zona predilecta de fiesta, también hay muchos lugares de venta de excursiones que organizan viajes específicos para estos trámites.
Uno de los muchos locales de fiesta en Patong

Por 3800 baht reservo un viaje a la isla de Penang, al noroeste de Malasia. El paquete incluye recogida en el hotel, viaje nocturno de diez horas en furgoneta a Penang, dos desayunos tipo buffet, una cena (todo delicioso), noche en habitación sencilla en un hotel de tres estrellas, y vuelta a Phuket a la mañana siguiente. El visado de sesenta días cuesta 110 ringgit (1100 baht). Nada más cruzar la frontera paramos en un punto para cambiar de moneda.
Puente que conecta la penínusla con la isla de Penang

Debido al nuevo año chino, todos los hoteles de Penang se encontraban llenos por lo que modificaron el itinerario. Casualmente llegamos a la misma zona que la primera vez que pisamos MALASIA allá por julio de 2012, cuando nos reencontramos con nuestro amigo Aitor.

En pocas horas nos hicieron los visados y esa misma tarde volvimos a Tailandia, concretamente a Thung Song, donde hicimos noche. Sorprendentemente el hotel, así como la habitación que me asignaron, son de las imágenes que chocan a los ojos de lo que un backpacker está acostumbrado a ver.

En 36 horas ya estaba de vuelta en casa y con dos meses por delante sin preocupaciones de visado.

“Con las piedras que con duro intento los críticos te lanzan, bien puedes erigirte un monumento.”

-- Immanuel Kant --

Atardecer en Karon Beach

1 febrero 2013 (por Hollywood)

Aunque generalmente nos sentimos más a gusto en lugares tranquilos, solitarios y poco ruidosos, cabe destacar las comodidades que ofrece Phuket en muchos aspectos. A escasos diez minutos en moto desde nuestro apartamento en Chaofah Rd, tenemos el Central Festival, un centro comercial donde podemos encontrar una gran variedad de alimentos que añorábamos. Hacía siglos que Carol se moría por un aguacate... aunque en Chile lo llaman palta.

Pero aún echábamos más de menos una sesión de cine. Vimos Gangster Squad (Brigada de élite) sobre un grupo de hombres que intentan acabar con un mafioso que controla la ciudad de Los Angeles a mediados del siglo pasado. Seguido disfrutamos con Upside Down (Un amor entre dos mundos), una historia original (en cuanto a estilo; no así sobre temática) de ciencia ficción con una interesante visión sobre los límites y restricciones impuestas que priban a la gente de libertad para moverse por el mundo. Tenemos dudas si es futurista o histórica... Como detalle, decir que casi conseguimos hacer un 2x1, y es que honestamente, la regla de una entrada, una película no encaja muy bien en el presupuesto de backpacker.

En Phuket hay numerosas playas bañadas por el mar de Andamán. Aprovechamos la ausencia de clases de yoga el fin de semana para acercarnos con Rodrigo a Karon Beach, situada entre Patong y Kata Beach.
 
Al igual que sus vecinas, la playa de Karon está repleta de sombrillas y hamacas, donde el turismo ruso se refugia para escapar del gélido invierno en su país. 

  Una vez más somos afortunados de contemplar un gran atardecer.




"No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna."

-- Mahatma Ghandi --